Hace unos días nos enteramos de cómo varios países de la Unión Europea habían decidido firmar el decreto que prohibiría la venta de autos a combustión en su territorio a partir de 2035. Ante esta medida algunos países ya pidieron una prórroga de al menos otros 5 años para poder cumplir, pues el realizar esta meta está siendo más difícil de lo planeado. Incluso, el jefe de operaciones financieras de Volkswagen, Arno Antlitz, ya se pronunció al respecto y predice problemas grandes para toda la industria automotriz.
En una entrevista con Automotive News Europa , Antlitz afirmó que el mayor problema para lograr el objetivo no es el adaptar las plantas existentes para que puedan producir autos eléctricos, el problema es poder acelerar la extracción de metales y la misma producción de las baterías necesarias para todos los autos eléctricos nuevos que tendrán que vender en unos años.
Estos procesos son extremadamente lentos pues están sujetos a la disponibilidad de estos metales en cada yacimiento y la distancia que tengan que trasladarse hasta las plantas donde se procesan.
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Sobre esta misma línea, Carlos Tavares, CEO de Stellantis, aseguró en otra entrevista que toda la industria automotriz sufriría una escasez de baterías tan pronto como en 2024 o 2025. Además otro gran problema es que la misma escasez de estos materiales podría revertir la tendencia de abaratamiento de los autos eléctricos y ahora elevar sus precios dramáticamente.
