Esta nota no es una indirecta para nadie, aunque si al leerla piensas en algún amigo o amiga, deberías compartírsela dejándole claro que solamente le estás mostrando lo último en tecnología.
¿De qué estamos hablando? De un diente con posibilidades de conexión Bluetooth que te advierte cuando ya has comido o fumado demasiado. Parece de broma, pero el prototipo fue presentado por investigadores de la Universidad Nacional de Taiwán con un estudio que respalda el trabajo realizado. En sí, el proyecto consta de un sensor diseñado para incrustarse en la boca con la intención de darle seguimiento y reducir los malos hábitos del cigarro y alimentación.
Con una precisión del casi 94% en el prototipo actual, el sensor puede diferenciar entre comer, hablar, toser, fumar, beber y respirar. Toda esta información es recolectada y puede ser enviada a tu médico para que se establezca un historial más preciso de los hábitos que tenemos, tanto de los positivos, como de los negativos.
Por el momento el prototipo presentado utiliza un cable externo para alimentarse de energía, lo cual resultaría sumamente incómodo en la vida diaria, pero el equipo ya está trabajando en la manera de crear una batería interna. Una vez logrado esto, el pequeño circuito podrá colocarse sin problemas entre dos dientes o montarse en una estructura muy parecida a la de los brackets o dentaduras. Parte de este trabajo incluye hacerlo 100% seguro para evitar perderlo con facilidad, motivo por el cual el paciente lo podría ingerir, así como hacerlo a prueba de agua para evitar daños.
Y además de solucionar el asunto de la batería, los investigadores están explorando la posibilidad de añadir Bluetooth al chip. Esto permitiría al doctor descargar la información reciente a una tablet o a un smartphone simplemente con el hecho de estar presente en el consultorio en vez de subir los datos a través de Wi-Fi.
Finalmente, más allá de solamente mantenernos alejados de los malos hábitos alimenticios o del cigarro, el prototipo está pensado para que también los dentistas puedan sacarle algún provecho. En una entrevista para el New Scientist, la dentista Trevor Johnson comentó que “esto puede tener un gran número de usos en odontología, por ejemplo, como herramienta de investigación para monitorear pacientes que rechinan o aprietan los dientes, así como para evaluar el impacto de las intervenciones dentales”.
¿Qué opinas de esta tecnología? ¿Dejarías que la instalaran en tu cuerpo con tal de mejorar tu salud?
