Con el paso de los años, la tecnología se ha vuelto una parte fundamental de nuestras vidas. Sin embargo, el uso excesivo de ella no solo ha afectado nuestra capacidad de interacción, sino también nuestra salud en diferentes niveles. Por un lado, un estudio descubrió que la exposición continua a la luz –ya sea de pantallas o focos– interrumpe nuestro ritmo cardiaco y a la larga causa enfermedades como: obesidad, depresión, diabetes e incluso cáncer.
Sin embargo, hay un problema que actualmente aqueja –sobre todo– a la Generación Y, también conocida como Millenials, quienes nacieron y crecieron con el internet y, por ende, con gadgets como celulares y tabletas. Se trata de un problema conocido como fatiga visual digital, que entre sus síntomas está la irritación de ojos, visión doble o borrosa, dolores de cabeza, cuello, espalda, hombros, aumento a la sensibilidad a la luz, dificultades para enfocar, etc.
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Según un estudio desarrollado por The Visión Council, el 68% de esta generación sufre de fatiga visual digital, ya que cuatro de cada diez Millenials utilizan sus gadgets por al menos 9 horas seguidas. Seguidos de ellos está la Generación X (nacida entre 1965-1980), ya que un tercio de ellos invierte al menos nueve horas de su día en dispositivos digitales. En el caso de los niños, uno de cada cuatro pasa más de 4 horas utilizando diferentes gadgets.
La diferencia entre generaciones es el nivel de afectación, siendo los Millenials los que más problemas han presentado. Esto se debe –en parte– al tipo de gadgets que utilizan, ya que el 84% cuenta con un smartphone y el 57% de ellos lo lleva consigo todo el tiempo, incluso a la cama.
El problema es que los celulares, tabletas y computadoras emiten grandes cantidades de luz azul, misma que a largo plazo causa daño a la retina y degeneración macular, trastorno que afecta la visión central. Por ejemplo, personas con degeneración macular pueden ver la silueta de un reloj, pero no la parte central de las manecillas.
De hecho, la luz de nuestros gadgets que suele verse blanca tiene grandes componentes de luz azul, misma que oscila entre los 380 y 500 nanómetros, siendo 415-455 el rango más perjudicial para las células de la retina. Lo preocupante es que la retina no puede regenerarse o reemplazarse y, de hecho, una vez dañada la retina los ojos están mucho más expuestos a la luz azul, así como a factores ambientales nocivos.
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¿Qué podemos hacer para protegernos?
Lo ideal sería disminuir el uso de celulares, televisiones, tabletas y computadoras. Sin embargo, sabemos que no es tan fácil desprendernos de nuestros gadgets y menos ahora que vivimos en la era digital. Sin embargo, es recomendable tomar descansos de 20 segundos cada 20 minutos, según The Visión Council. Otras organizaciones sugieren tomar descansos de 5 a 10 minutos por cada hora de uso. Igualmente, se recomienda el uso de lentes antirreflejantes o filtros que absorben la luz azul.
