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Aparece el primer corazón artificial creado con tecnología espacial


Un nuevo tipo de corazón artificial está por llegar para todos aquellos que estén en espera de una donación o trasplante.

por: Carla L. G. Hurtado Carla L. G. Hurtado

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Actualmente la demanda de trasplantes sigue siendo muy superior al número de donaciones. El desarrollo de un corazón completamente artificial ha sido el gran dilema de la medicina cardiovascular durante las últimas décadas. 

 

Por fortuna, ya existe un corazón artificial diseñado por científicos aeroespaciales y expertos cardiovasculares –usando tecnología aeroespacial, el cual es capaz de bombear 35 millones de veces al año durante un mínimo de cinco años sin interrupciones.

 

Los creadores del dispositivo, el experto Alain Carpentier, y la compañía Astrium, filial de EADS, están preparando una válvula artificial para que dentro de poco pueda ser colocada en un ser humano. El diseño ya ha sido aprobado en Francia y está listo para comenzar con las pruebas clínicas.

Este corazón artificial es creación del cardiólogo Alain Carpentier. Para lograrlo trabajó durante 15 años en conjunto con la compañía aeroespacial Astrium, la cual es subsidiaria espacial de EADS y juntos fundaron la compañía Carmat.

 

Carmat consiguió desarrollar su primer corazón prostático a principios del 2013 empleando los conocimientos de Carpentier, quien ha dedicado gran parte de su carrera al desarrollo y creación de válvulas cardiacas artificiales.

 

Haciendo equipo con el sector espacial, esta compañía pudo aplicar la tecnología de naves espaciales para garantizar los niveles de precisión y durabilidad requeridos en la creación de un órgano artificial. El corazón está compuesto en parte por tejidos biológicos y otros componentes espaciales miniaturizados. Asimismo, combina los últimos avances en medicina, biología, electrónica y ciencia de los materiales para imitar a un corazón real.

El reto fue crear una prótesis que pudiera funcionar bajo las diferentes condiciones del sistema circulatorio humano y para esto necesitaron metodologías del diseño, estrategias y conocimientos técnicos de la ingeniería electrónica espacial. 

 

“El espacio y el interior de tu cuerpo tienen mucho en común”, comentó en una nota de prensa Matthieu Dollon, responsable de Desarrollo de Negocio en la división de equipamiento de Astrium en Elancourt (Francia), que colabora con Carmat en el desarrollo de este corazón protésico. “Los dos son entornos severos e inaccesibles. En el espacio no se pueden cometer fallos, ni hacer reparaciones. Si algo se estropea, no se puede ir a arreglarlo. Lo mismo sucede en el interior de nuestro cuerpo”, señala Dollon. 

El ingeniero Dung Vo-Quoc, responsable del diseño de algunos de los componentes fundamentales del corazón, lo explica de esta forma: “Si un satélite deja de funcionar durante el último penalti de la final del mundial de fútbol, es una gran decepción; pero si un corazón deja de latir durante cinco segundos, las consecuencias son funestas. Nos hemos esforzado para garantizar que cada componente funcione según lo previsto durante la duración estimada del dispositivo”.

 

Todo lo anterior suena bastante revolucionario y esperanzador para todos aquellos que están a la espera de una donación o trasplante; sin embargo, no se sabe nada aún sobre costos o precios, pero al ser algo nuevo seguramente será una cantidad elevada, aunque sin duda será el comienzo de un proceso que ayudará y animará a millones de personas en todo el mundo.

 

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