Una patada o golpe en los testículos, no importa si lo escuchaste en un chiste o como una amenaza. Sin duda es algo que de tan solo pensarlo hace que te encorves visualizando el dolor que esto representa. Hay quienes incluso se atreven a comparar este dolor con el del parto de un bebé pero, no vamos a entrar en esa controversia. La pregunta aquí es, ¿por qué duele tanto? La ciencia responde hoy a esta cuestión.
Nuestros testículos están llenos de receptores sensoriales del dolor (llamados nociceptores) debido a que son una parte del cuerpo expuesta que debemos mantener bien protegida, si queremos perpetuar la especie. Por si esto fuera poco, nuestros testículos están conectados con varios nervios del estómago y con la parte del cerebro encargada de generar sensaciones de nausea. Razón por la cual un golpe en esta zona se expande por todo el vientre causando ganas de vomitar, aumentando la presión sanguínea, la frecuencia cardiaca y haciéndonos sudar.
Sin embargo, no a todos nos duele de la misma manera una patada en la entrepierna. Hay que tomar en cuenta que, cada persona tiene su propia tolerancia al dolor y el resultado también depende mucho del estado anímico de la persona que la recibe.
Y, debido a que no existe una escala universal para medir el dolor, tal vez nunca sabremos a qué equivale una lesión de este tipo, aunque una cosa es segura, el resultado de un golpe en los testículos es sin duda una consecuencia que cualquiera desea evitar.
