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Sexting, una creciente moda con consecuencias fatales


Con el crecimiento en el mercado móvil y el aumento en la adopción de celulares con prestaciones multimedia, de fotografía y conectividad, este fenómeno ha ido en aumento en todo el mundo, arruinando la vida de muchos.

por: Celia Ramírez Zolezzi Celia Ramírez Zolezzi

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Una de las actividades más populares entre los usuarios de celulares es sin duda la de mandar y recibir mensajes. Probablemente es por eso que, con el crecimiento en el uso y adopción de los celulares este 2013 en México y en el mundo, el fenómeno del sexting está creciendo en popularidad.

 

Para los que aún no sepan exactamente de qué estamos hablando, el sexting se define como el uso de la tecnología para crear, mandar o recibir material sexual explícito, que pueden ser fotos, videos y/o mensajes solamente de texto, pero con un contexto cargado hacia lo sexual.

 

Con el crecimiento en el mercado móvil y el aumento en la adopción de celulares con prestaciones multimedia, de fotografía y conectividad, este fenómeno ha ido en aumento en todo el mundo y ya es un tema de estudio para muchos especialistas alrededor del planeta.

 

Un estudio publicado recientemente analizó la prevalencia del sexting entre un grupo de adolescentes de origen afroamericano e hispánico en Texas (grupos que al menos en los Estados Unidos son más tendientes al sexting que los de origen blanco o caucásico, aparentemente).

 

Los resultados fueron muy interesantes: más del 20% de los estudiantes reportaron haber enviado un mensaje, también denominado “sext” en inglés, que incluía una foto o video con un desnudo, semi-desnudo, o con contenido de carácter sexual en texto.

 

Más del 30% reportó haber recibido un mensaje con contenido sexual. Estos mensajes frecuentemente eran compartidos con otros usuarios.

 

El estimado de mensajes sexuales o “sexts” con contenido sexual en forma de desnudos o semi-desnudos (adolescentes que mandaban fotos de sus senos, por ejemplo) varió substancialmente: desde un 2.5% hasta un 27.6% para los creadores de los mensajes o remitentes, y desde un 7% hasta un 34.5% para los receptores de los mensajes.

 

Sin embargo, una de las principales preocupaciones del sexting es la transmisión de contenido sexual ilegal, ya que muchas de las personas que envían estos mensajes son menores de edad y, sin darse cuenta, muchas veces este contenido llega a manos de adultos y en casos extremos, se divulgan masivamente entre los propios compañeros o conocidos, generando consecuencias fatales para la persona que envió el mensaje originalmente.

 

Un estudio más extenso reportó recientemente que 40% de la población joven ha incurrido en sexting mandando mensajes, mientras que casi un 50% lo ha hecho recibiendo el contenido.

 

Algunos investigadores han especulado que reenviar este tipo de contenido a más personas puede ocasionar un impacto psicológico adverso para las personas que aparecen en los mensajes hasta el punto de provocar deseos suicidas, además de que las personas involucradas se sienten avergonzadas y molestas.

 

Otra consecuencia negativa del sexting es que éste conduce a comportamientos sexuales, que no siempre son deseados o consensuales. Se ha comprobado que los adolescentes que incurren en sexting tienen más probabilidad de incurrir en actividades sexuales, que aquellos que no lo hacen.

 

En Estados Unidos ya se han reportado varios casos graves, resultado del sexting. Una mujer fue apuñalada hasta la muerte por su novio, luego de que éste encontrara mensajes sexuales en su celular; niños de hasta 14 años han sido acusados de pornografía infantil; en Australia, una joven fue víctima del acoso de toda su escuela y vecinos, luego de que su resentido ex novio le reenviara a toda su escuela una foto que ella le envió desnuda cuando salían, provocándole problemas escolares y familiares. Uno de los casos más famosos recientemente fue el de Anthony Weiner, un político de los Estados Unidos que arruinó su carrera por su adicción al sexting, siendo protagonista de varios escándalos relacionados con el envío y recepción de mensajes con contenido sexual que involucraron al menos a dos jóvenes de alrededor de 20 años.

 

Así que si tú has enviado o recibido un mensaje sexual, te sugerimos que tengas mucho cuidado de ver a quién se lo mandas. En esta era de la tecnología, celulares y gadgets, realmente nunca sabes dónde va a terminar parando.

 

Conoce la historia de Amanda Todd, quien cometió suicidio, después de que no pudo soportar la presión a la que se vio sometida, después de estar involucrada en un caso de sexting.

 

 

 

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