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¿Por qué la polémica con Telegram?


El mensajero lanzado por el activista Pável Dúrov fue usado para difundir propaganda de ISIS, pero nació en defensa de la libertad de expresión.

por: Allan Vélez Allan Vélez

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¿Cómo es que un mensajero instantáneo que puede descargarse gratuitamente a un teléfono inteligente puede estar relacionado con el trágico atentado del 13 de noviembre en París? La presión hacia Telegram, el mensajero lanzado en 2013 por el emprendedor pero también activista Pável Dúrov, surge luego de que autoridades europeas sugirieran que la aplicación fue utilizada por terroristas del autollamado Estado Islámico (ISIS por sus siglas en inglés) para coordinar los ataques del 13-N. Pero… ¿por qué Telegram figura en las líneas de investigación y no otros mensajeros?

 

Telegram debutó en Rusia en agosto de 2013, meses antes de que Dúrov anunciara que Vkontakte, la primera red social rusa, sería controlada por el gobierno de Vládimir Putin, presidente de la Federación Rusa desde mayo de 2012 (aunque previamente había ejercido el cargo entre 2000-2004 y 2004-2008) y que enfrenta severas críticas por recortes a las libertades democráticas. De acuerdo con Dúrov, Putin había presionado al equipo detrás de Vkontakte para que revelara información de usuarios a los servicios de seguridad del gobierno ruso. Tras la presión, Durov abandonó Rusia en abril de 2014 alegando que “desgraciadamente, el país es ahora incompatible con internet. Me temo que no volveré después de haber publicado que me negué a cooperar con las autoridades.”

 

Antes de su autoexilio, Durov y su hermano Nikolai fundaron Telegram, un mensajero instantáneo similar a WhatsApp, pero que tiene la notable característica de ofrecer una opción de “chats secretos” que permite enviar mensajes encriptados cliente-cliente, es decir, que aun cuando fueran interceptados su lectura es prácticamente imposible debido al nivel de cifrado. Además, los mensajes pueden configurarse para que se “autodestruyan”, mientras que la seguridad de Telegram se renueva constantemente con nuevas llaves de encriptación. Debido a que Telegram es –o al menos lo es en apariencia– un mensajero seguro para mantener las conversaciones privadas y que algunos canales de la app fueron utilizados para difundir propaganda de ISIS, la policía gala decidió incluir a Telegram en sus líneas de investigación. Sin embargo, nuevos reportes policiales sugieren que Telegram no fue utilizado por los terroristas de ISIS para coordinar los ataques en París, sino que posiblemente el ataque fue coordinado a través de mensajes SMS sin ningún tipo de cifrado.

 

En defensa de la libertad 

Desde su exilio de Rusia en 2014, Dúrov ha sido reconocido como uno de los íconos de la lucha por mantener la privacidad en la red. Días después de su salida, el activista anunció que se refugiaba en Alemania, desde donde continuaría –junto con al menos 12 exintegrantes de Vkontakte– trabajando en Telegram y otros proyectos. En el mensaje Dúrov se pronunció en favor de la neutralidad de la red, el libre mercado, un sistema judicial fuerte y el respeto a los derechos humanos. Y ayer, en plena efervescencia de las críticas hacia Telegram, anunció que la plataforma bloqueó canales donde se hacía propaganda de ISIS, pero lo hizo junto con un mensaje publicado en Instagram donde condena por igual al gobierno galo que al Estado Islámico.

 

 

“Me uno al luto por las víctimas de la ciudad más bonita del mundo. Creo que el gobierno francés es tan responsable como ISIS, porque sus políticas y su falta de tacto nos han llevado a esta tragedia. Es una desgracia ver a París en manos de unos socialistas cortos de miras, están arruinando un lugar hermoso. Espero que dejen de hacer política y vuelvan a brillar como siempre. Segura, rica y hermosa. ¡Viva Francia!”.

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