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¿Cuál es el futuro de la tecnología móvil?


La evolución de la telefonía móvil ha ido a la par de la de Internet, hoy tenemos en nuestras manos lo que antes sólo veíamos en películas. Entonces, ¿qué sigue?

por: Carlos Peña Carlos Peña

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El mundo de la telefonía móvil llamó la atención del planeta desde el comienzo, imagina la sorpresa de las personas desde aquella vez en que a alguien se le ocurrió que un automóvil podía llevar un teléfono en su interior, y más aún cuando se convirtieron en dispositivos inalámbricos, que si bien a nosotros nos parecen extraños por el tamaño que tenían, en su momento era algo de otro mundo. Y quién sabe, nosotros tampoco estamos seguros de lo que la telefonía vaya a ser dentro de 30 años, quizá las próximas generaciones estarán pensando lo mismo de los teléfonos con los que nosotros crecimos.

 

Otro factor de cambio con impacto mundial es Internet, que sobre todo desde la década de los 90 empezó a marcar un rumbo diferente para la civilización, poco a poco las familias de clase media empezaron a tener acceso a información que antes parecía mucho más difícil de conseguir. Asimismo, las empresas pudieron agilizar los procesos de comunicación entre sus empleados y directivos, en fin, todo dio un giro radical.

 

¿A dónde vamos ahora?

Si lo que eran los teléfonos y la Internet evolucionaron tan rápido en tan sólo un par de décadas, las posibilidades de lo que nos aguarda el futuro pueden sonar tan inquietantes como emocionantes.

 

Pensemos, por ejemplo, en el PalmPilot, que si bien no fue el primer asistente digital personal (PDA) en salir al mercado (1996), sí fue un equipo que marcó un antes y un después. Por supuesto tenía varias debilidades que hoy en día son impensables, como una pantalla con resolución de 160 x 160 pixeles y un número limitado de aplicaciones, aunque sí permitía conectarse a Internet (con un aditamento muy estorboso). No tenía función de teléfono y no lograba satisfacer todas las necesidades. Aun así se utiliza como referencia, por lo revolucionario en su momento, tan revolucionario que la infraestructura no estaba lista para sacarle el provecho debido.

Había entonces que llevar este invento a un gadget con más utilidades, fue así que se comenzaron a explorar las posibilidades de los teléfonos celulares inteligentes, los cuales empezaron a surgir a principios del año 2000 con algunas funciones de PDA. Ya entonces teníamos un dispositivo que nos permitía mandar correos electrónicos, además de mensajes de texto y realizar llamadas, en pocas palabras era un replanteamiento de los asistentes personales, pero mejorados. Y para mejorar a la par la infraestructura, gobiernos, ingenieros, fabricantes y transportistas locales también enfocaron sus esfuerzos en la implementación y fortalecimiento de redes más rápidas y fiables. Como resultado teníamos más información viajando en el “aire” con mayor velocidad.

 

Por mucho tiempo supimos sacarle provecho a los teléfonos celulares, hasta que el propio ritmo de vida y el desarrollo de nuevas tecnologías comenzaron a exigir más de nuestros medios de comunicación. Un ejemplo claro eran las pantallas de tamaños reducidos, que impedían visualizar correos y documentos con comodidad, así como la falta de un sistema operativo móvil que permitiera distintas opciones de organización y administración de nuestra información. Fue así entonces que llegaron formalmente los teléfonos inteligentes, con chips que los hacían más veloces, pantallas con muchos colores y mayor nitidez, baterías de larga duración y sistemas operativos que ampliaban las posibilidades de interacción.

 

De acuerdo con Strategy Analytics, ya para el tercer trimestre de 2012, había alrededor de 1,038 millones de smartphones usándose alrededor del mundo, para que te des una idea, esto equivale a que una de cada siete personas en el mundo tiene un teléfono inteligente. Y gracias a los mercados emergentes de África, China e India, para 2015 ya serán dos mil millones de smartphones. Hace cinco años estos dispositivos representaban menos del 15% de las ventas mundiales de teléfonos móviles, pero para el segundo trimestre de 2012 esta cifra aumentó a 37%. 

 

No es una sorpresa que Internet y telefonía móvil hayan evolucionado a la par, hoy no serían lo que son de no haber sido por el impulso de la otra. Hoy por hoy, muchas personas están sustituyendo a sus computadoras por smartphones gracias a que sus fabricantes se han enfocado en tener un mundo más conectado, la mayoría de los procesadores actualmente son de cuatro núcleos, para soportar demandas de trabajo multitareas sin perder velocidad, y en términos de software, los teléfonos están centrados en las capacidades de las redes sociales.

Claros ejemplos de esta evolución, son algunos de los modelos presentados en los últimos años, como el LG Optimus G, que con sus respectivos sucesores, el Optimus G Pro y recientemente el G2, han introducido al mercado materiales de última tecnología como cristales resistentes, procesadores de cuatro núcleos, conectividad LTE, pantallas True HD IPS y, sobre todo, software propio en el cual el tema de la innovación es fundamental dado lo competitivo que se está volviendo el mercado.

 

Nuevas tecnologías

Es 2013 y ya nos ha tocado ver muchos de los inventos que antes sólo veíamos en las películas, pero aún falta mucho más por recorrer. Sólo por dar ejemplos, ya se están haciendo pruebas con las redes de navegación 5G y se desarrollan pantallas flexibles con tecnología OLED. Imagina entonces teléfonos con mayor velocidad de navegación, y que para guardarlo, basta con que lo gires o lo aprietes sin temor a que se maltrate.

 

Nuevamente poniendo como ejemplo a LG, apenas el 11 de julio de este año anunciaron estar listos para lanzar un panel inteligente Full HD LCD que mide tan sólo 2.2 mm de ancho con un bisel de 2.3 mm, esto la convierte en la pantalla de smartphone más delgada del mundo y en una de las más brillantes gracias a sus 535 nits.

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