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Este robot ayuda a niños con discapacidad jugando Angry Birds


El proyecto tiene como objetivo desarrollar las habilidades cognitivas de los niños con alguna discapacidad, al mismo tiempo que le enseñan a un adorable robot a jugar Angry Birds.

por: Alejandra Ramos Barreda Alejandra Ramos Barreda

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Aún cuando podríamos pensar que Andry Bird es sólo un juego, se trata de una de las mejores apps para niños con problemas de ira, por lo que los investigadores del Instituto de Tecnología de Georgia descubrieron una forma para combinar el trabajo y el juego para educar a los niños.

 

Este proyecto tiene como objetivo desarrollar las habilidades cognitivas de los niños con alguna discapacidad y al mismo tiempo enseñar a un adorable robot cómo jugar Angry Birds.

 

El robot es capaz de aprender observando porque sabe cómo debe de trabajar la interacción con una app para una tableta, dijo el profesor de Georgia Tech y líder del proyecto Ayanna Howard. “Reconoce que una persona toca aquí y termina allá, después descifra la información que es importante y relevante para su progreso”.

 

Cuando es turno del robot, éste imita los movimientos de los niños. Si su tiro es un fracaso, el pequeño robot mueve la cabeza como señal de decepción, pero si se trata de un buen tiro, el robot celebrará con sonidos alegres y un baile.

 

Entre los beneficios de utilizar un robot para rehabilitar a un niño están la versatilidad del mismo, ya que tiene la capacidad de aprender y adaptarse a su dueño, además de que puede ser programado para desempeñar más de una función. Hay que tener en cuenta que las personas pueden frustrarse por la repetición de una misma tarea, cosa que no afecta al robot, tomando en cuenta que un niño en rehabilitación necesita hasta 100 movimientos de los brazos para mejorar su coordinación.

 

“Él o ella debe tocar o deslizar su dedo en la tableta en varias ocasiones, algo que puede ser aburrido y monótono después de un tiempo”, dijo Howard. “Pero si un amigo robótico necesita ayuda con el juego, el niño tiene más posibilidades de tomar el tiempo para enseñar, incluso si se requiere repetir las mismas instrucciones una y otra vez. El deseo de la persona por ayudar a su ”amigo” puede convertir un ejercicio suave de cinco minutos en una sesión de 30 minutos que disfrutan”.

 

El robot que podrás ver en acción en el siguiente video aún se encuentra en fase de desarrollo, sin embargo se espera que aprenda muchos más juegos.

 

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