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El mindfulness pueden reducir tu fatiga causada por Internet


La cada vez más ocupada vida contemporánea, plagada de multitasking, exige ejercicios de atención plena.

por: Redacción Paréntesis Redacción Paréntesis

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El ser humano moderno realiza cada vez menos tareas físicas ligadas a su trabajo (para eso están las máquinas, se supone) y sin embargo, indicadores muestran que cada vez existen más enfermedades mentales. Nuestro trabajo, mayormente detrás de una computadora o algún otro gadget para conectarnos a Internet, nos está estresando. La forma en la que están diseñadas las plataformas hace que sea muy fácil distraernos y caer en el multitasking, el ejercicio de múltiples tareas a la vez. El problema de esto es que el multitasking, que nos han hecho creer es una cualidad de la mente moderna, es una actividad poco eficiente. Cada vez que cambiamos de actividad gastamos energía: en nuestro cerebro el multitasking es como si tuviéramos que apagar y prender un automóvil cada vez que cambiamos de actividad (cualquiera sabe que esto gasta más gasolina). Asimismo, una atención que se está fragmentado cada rato, es poco efectiva.

 

Nuestro modo de vida difícilmente nos permite desconectarnos y dejar de pasar mucho tiempo utilizando aparatos, por suerte no tenemos que hacerlo. Podemos simplemente usarlos con más conciencia y atención, incluso como si nuestras experiencias en línea fueran meditaciones programadas.

 

Un reciente estudio realizado por la Universidad de Surrey mostró intervenciones de "mindfulness" en línea, que con solo dos hora de práctica a la semana reducen con efectividad la fatiga, las rumiaciones negativas por trabajo y también mejoran la calidad del sueño. El mindfulness es el término en boga con el que se describe un estado de atención plena, el cual fundamentalmente es tomado de la meditación, pero que no se limita ciertamente al acto de meditar en un estado de abstracción, sino que puede hacerse durante cualquier actividad. Uno de los ejemplos más sencillos es simplemente mantener la mente en el presente y no dejar que el pensamiento divague mucho tiempo, para lo cual se puede utilizar la respiración.

 

El estudio en cuestión se enfocó en lo que llaman "rumiación" relacionada al trabajo, esto es cuando seguimos pensando en lo que nos paso en el trabajo aún cuando no estamos ahí, algo que suele ser muy desgastante. Estudios muestran que esto incrementa hormonas asociadas con estrés y llega a producir cansancio crónico. Para probar los efectos del "mindfulness", 127 participantes tomaron un curso de cuatro semanas de esta disciplina con una aplicación al Internet. Después de medir los niveles de fatiga, sueño y rumiación en el tiempo previo, durante y después, los investigadores concluyeron que existe un claro efecto positivo en traer una atención plena a nuestras actividades en líneas.

 

El estudio no explica en qué consistió el aprendizaje de los voluntarios, sin embargo, podemos sugerir que se puede practicar el mindfulness, por ejemplo, decidiendo de antemano que no se va cambiar de ventana en el navegador hasta que se termine una tarea; si tenemos que redactar un documento podemos desconectar el WiFi hasta que concluyamos la parte de escritura; podemos definir horas exclusivas para contestar correos electrónicos; programar alarmas para recordarnos observar nuestra respiración, y así muchas otras cosas para navegar la Red y utilizar la tecnología de manera más consciente, siendo nosotros los que controlamos nuestras actividades y no, en cambio, estar a la deriva, en un estado de reactividad, víctimas de los estímulos que aparecen por todos lados. Y es que en el mundo actual, la atención del usuario es la divisa más codiciada por las marcas.

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