Este miércoles, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, firmó una orden ejecutiva que detalla la primera estrategia del país para explorar el terreno de las criptomonedas y otros activos digitales. Los funcionarios de varias oficinas estudiarán y analizarán los riesgos y las ventajas potenciales de las criptomonedas, tanto para las personas como para la nación en general.
En un decreto, Biden pidió al Departamento del Tesoro que, dentro de seis meses, presente un informe detallado que contenga las ventajas y desventajas que tendría la creación de una moneda digital en Estados Unidos, respaldada por el banco central, incluyendo la cooperación con la Reserva Federal.
El mandatario solicitó que en dicho estudio se proporcionen detalles sobre las consecuencias que tendría un dólar digital en el sistema financiero estadounidense, en los sistemas de pago, en el crecimiento económico, las posibilidades de acceso para todos y la seguridad del país. Además, pidió que se estudien las etapas que se deberían seguir para el posible lanzamiento del dólar digital.
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Esta nueva estrategia del gobierno de Biden significa que ve a las criptomonedas como una herramienta competitiva y su decreto está destinado a dirigir las criptodivisas y los bienes digitales para ayudar a Estados Unidos a mantener una posición de liderazgo en las finanzas mundiales, sin poner en peligro la estabilidad económica ni empeorar la desigualdad.
Esto se da en un contexto en el que nueve países han lanzado monedas digitales de bancos centrales, incluyendo Nigeria con la e-Naira, Bahamas con el Sand Dollar, y la divisa DCash, disponible en Antigua y Barbuda, St. Kitts y Nevis, Montserrat, Dominica, San Vicente y las Granadinas, Santa Lucía, y Grenada.
Además, según el Fondo Monetario Internacional (FMI), alrededor de un centenar de países, entre los que se encuentra China, están explorando también la posibilidad de crear su propia moneda digital respaldada por su banco central.
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Ante esto, Estados Unidos no quiere perder parte de su dominio frente a China, al quedarse atrás en la carrera de las monedas digitales; pero el gobierno de Biden quiere conocer primero todo el panorama y saber la forma en que una decisión así afectaría y beneficiaría al país.
De esta manera, con la investigación solicitada por el decreto de Biden, el Departamento del Tesoro y sus socios recomendarán políticas para proteger a las personas y las empresas, incluida una regulación suficiente para proteger contra los riesgos financieros sistémicos que implica el uso de monedas digitales.
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Por su parte, el Consejo de Supervisión de Estabilidad Financiera ayudará a identificar los peligros a nivel económico y sugerirá políticas para igualarlos. En un nivel más amplio, las agencias gubernamentales tendrán como objetivo mitigar los riesgos de actividades ilegales que podría acarrear el uso de una moneda digital, así como las posibles amenazas a la seguridad nacional. Esta solución incluirá la cooperación con aliados internacionales.
Finalmente, el Departamento de Comercio creará un marco para ayudar a impulsar el liderazgo estadounidense en activos digitales, mientras que el gobierno en general fomentará el desarrollo de activos digitales que mantengan la equidad, la privacidad, la seguridad y un impacto ambiental mínimo.
