¡Felicidades, tienes un trabajo a distancia y tendrás muchas ventajas! Pero, ¿estás listo para tu primera vez en home office? Aquí, te decimos todo lo que debes considerar para trabajar de forma remota.
Prepárate para el primer gran día de home office
Un empleo remoto no inicia el primer día oficial de trabajo, prepárate con una o dos semanas de anticipación. Pero, si ya iniciaste aquí también encontrarás alguna recomendación que harán la diferencia en tu nueva modalidad a distancia para que no te falte nada y empieces con todo desde el día uno.
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Consigue todo el equipo que necesitas para trabajar: equipo, software e internet. Si no lo puedes comprar, coméntalo con la empresa para que te apoye o consíguelo con algún amigo. Si el mouse, teclado, cámara, auriculares o cualquier otra cosa, no están al 100% considera reemplazarlos, para no entorpecer tu productividad.
Instala todo lo que necesitas en tu computadora, conecta el equipo necesario como cámara, impresora, cable de ethernet, etc. y haz una prueba antes del gran día.
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Prepárate para estar cómodo, probablemente estarás sentado por horas, así que consigue una silla adecuada para trabajar con soporte en la espalda y que se pueda modificar la altura. También asegúrate de tener la iluminación adecuada, dale prioridad a la luz natural. Decora con algo que te guste ver, te haga sentir bien y te motive.
Si tienes roomies habla con ellos sobre tus horarios de trabajo y restricciones cómo ruido o pasar detrás de ti en pijama cuando estás en videoconferencia. Finalmente, antes del primer día haz una lista de metas propias, por ejemplo, ser propositivo, crear tu marca personal o hacer contactos nuevos.
Primeros días de trabajo remoto
Llegó el primer día, y ya estás listo para comenzar. Comienza puntual, no por estar en la casa te quedes en pijama, no se vale llegar tarde a la videoconferencia.
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Puedes crear hábitos positivos repitiendo rutinas diarias: haz lo mismo todas las mañanas, no te saltes el desayuno porque lo lamentarás, disfruta tu café o jugo favorito, haz ejercicio o meditación y ponte a trabajar.
Ahora, considera tomar notas para comprender la agenda del día, no olvidar nada, cumplir con las metas laborales, ver que puedes mejorar y organizarte con tus actividades en el hogar.
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Si lo crees necesario toma capturas de pantalla u otras evidencias de tu trabajo como respaldo y si necesitas capacitación búscala y no dudes en pedir ayuda a los coworkers, más vale preguntar que equivocarse.
Mantente saludable, tener la postura correcta en la silla y la altura adecuada en el escritorio harán una diferencia abismal entre las contracturas y la productividad. Levántate máximo cada 90 min, muévete y relájate por entre 5 y 15 minutos y no olvides tomar agua natural, traguitos cada media hora.
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Respeta tus horarios laborales, tiempos de comida y descanso. Antes de la hora de salida, haz una lista o agenda de tareas para el día siguiente así sabrás por dónde comenzar.
Al terminar tu jornada apaga la computadora, limpia tu escritorio y cambia de lugar en tu casa e incluso de ropa. Lo óptimo es deshabilitar las notificaciones del trabajo y evitar responder correos electrónicos durante la noche. Ahora, ¡ya estás listo para triunfar en el home office!
