.jpg)
Hace un año, en el marco del CES 2018, Samsung nos dejó boquiabiertos con su enorme pantalla modular de 146 pulgadas, The Wall. En ese entonces, el fabricante surcoreano introdujo por primera vez el término MicroLED.
En la edición de este año de la feria, la compañía se superó a sí misma al presentar una versión mejorada de The Wall, en esta ocasión de 219 pulgadas, además de un televisor de 75 pulgadas y nuevas aplicaciones de la tecnología MicroLED. Pero ¿en qué consiste este desarrollo?
De LCD a MicroLED
Primero que nada, repasemos un poco. Actualmente, las televisiones más populares (y accesibles) utilizan tecnología LCD, mientras que las más caras, OLED. La principal diferencia es que las primeras están formadas por pixeles que dependen de una fuente de luz para "cobrar vida", en tanto que las segundas integran diodos orgánicos que emiten luz por sí mismos.
MicroLED, en términos simples, podría definirse como una combinación de ambas tecnologías. Por un lado, los pixeles emiten sus propios colores y luz. Por el otro, no se degradan como los OLED y consumen menos energía.
Asimismo, los chips MicroLED son mucho más pequeños que los LED convencionales, lo que ofrece imágenes con colores más vívidos y detalladas, así como un diseño sin biseles.
En este sentido, una pantalla MicroLED podría desplazarse hacia otra, a través de un mecanismo, para mostrar una sola imagen cuando las dos estén juntas (concepto atractivo para los negocios, seguramente).
Samsung ya demostró este año que las aplicaciones de esta tecnología van más allá de pantallas enormes, y al ser energéticamente eficiente, empiezan a hacerle “ojitos” a otros electrónicos más pequeños, como celulares o computadoras portátiles.
La mala noticia es que, por el momento, MicroLED continúa en desarrollo, por lo que tardaremos todavía un poco más en verla en el mercado. Por lo pronto, puedes estar tranquilo si acabas de comprar una nueva pantalla.
Nota relacionada: Lo impensable: contenido de iTunes va a las pantallas Samsung
