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'7 años' o qué tan egoísta se puede llegar a ser


La primera producción española de Netflix es un redondo thriller minimalista sobre corrupción y rencores profesionales.

por: Lalo Ortega Lalo Ortega

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​Una sala de reuniones como única locación, cuatro socios, un mediador y tan solo 77 minutos de duración conforman la elegante sencillez de 7 años, la nueva película de Roger Gual (Smoking Room), que también es la primera producción española original de Netflix.

 

El director, que ya ganó un Goya por Smoking Room (2002), presenta una premisa aparentemente simple: en España, el fisco ha detectado que una startup de software ha estado desviando dinero a Suiza para evadir impuestos, y en cuestión de horas la policía arrestará a sus cuatro socios fundadores. Según sus abogados, la única salida es que uno de ellos se entregue y asuma la responsabilidad de todos los delitos, con lo cual se condenaría a pasar siete años en la cárcel, pero salvaría a sus compañeros y a la empresa de la ruina.

 

El grupo se reúne y contrata a un mediador, José Veiga (Manuel Morón), para ayudar a decidir quién debe ir a prisión.

 

No tarda mucho en aflorar el instinto de supervivencia, y de las remembranzas surgen mentiras, infidelidades y los rencores más profundos, mismos que conducen a las acusaciones más crueles entre los amigos y socios.

Seguramente, el espectador se identificará con los dilemas morales de los personajes: Marcel (Alex Brendemühl), la cabeza de la startup y padre de una pequeña; Verónica (Juana Acosta), la responsable de finanzas y quien tiene más que perder en un sistema penitenciario diseñado para hombres; el carismático Carlos (Juan Pablo Raba), fundamental para mantener a los clientes; y Luis (Paco León), el genio informático detrás de los productos de la empresa.

 

Todos ellos son indispensables, pero ninguno está libre de culpa. Ese es el principal dilema. 

 

Para transmitir la seriedad de la situación, predominan los colores fríos en la única locación donde se desarrolla la historia: la sala de juntas. A pesar de ello, el ritmo de la trama no decae en ningún momento, gracias a las sólidas interpretaciones del reducido elenco y a la adecuada utilización de planos secuencia.

 

El constante movimiento de la cámara alrededor de los cinco protagonistas genera un aire de complicidad con la audiencia, mientras que los acercamientos contribuyen, efectivamente, a acentuar la urgencia por decidir quién será sacrificado.

 

El conjunto de estos elementos simples, pero bien logrados, crea un relato íntimo y minimalista, más afín al teatro y desprovisto de todo espectáculo visual para dirigir la atención a la pregunta importante: ¿qué tan egoísta se puede llegar a ser por el beneficio propio?

 

Quienes busquen algo "vistoso" entre los estrenos de Netflix, no lo encontrarán en 7 años. El debut de España en la plataforma de streaming dejará satisfechos a quienes gustan de tramas enfocadas en los personajes y sus conflictos mutuos, aderezada con la corrupción de la actualidad española como telón de fondo.

 

7 años

Dirige: Roger Gual

Reparto principal: Alex Brendemühl, Juana Acosta, Manuel Morón, Paco León y Juan Pablo Raba

Estreno: 28 de octubre de 2016

Plataforma: Netflix

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