Identificar los teléfonos Nokia se volvió un calvario cuando la compañía empezó a crear teléfonos con nombres muy parecidos, como el 5130 y el 5230 o el 1616 y el 1661. Para tratar de evitar confusiones, hace años creó las serie N para la gama de teléfonos multimedia y la E para aplicaciones empresariales.
Después, la finlandesa sumó la C para clasificar a los de buena capacidad, pero con precios accesibles; y la X con el fin de agrupar a los de diseño moderno y funciones multimedia.
Evidentemente el uso de las letras para identificar a los teléfonos generó más problemas de los que resolvió. Aún más confuso y absurdo era que el N86 fuera más reciente y poderoso que el N95, o que el Nokia 5230 tuviera mejores capacidades que el 5800.
Ante tal nivel de confusión y como parte de las acciones que la compañía está realizando para no ahogarse en su crisis actual, cambiará los nombres de sus nuevos teléfonos usando sólo números compuestos por tres dígitos. El nuevo esquema para nombrar a los teléfonos también obedecerá a las capacidades de cada uno.