Recordaras que WhatsApp fue fundada en el 2009 y comprada por Facebook en 2014 por una cifra cercana a los US$20.000 millones. Aunque lo obvio del interés fueron los datos, intentaron cobrar una suscripción anual de un dólar, pero fue descartada por anticuada.
En el momento de la compra, Zuckerberg se comprometió a mantener dos de los pilares de la política de la plataforma de mensajería: no incluir publicidad y no usar los datos de los usuarios.
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Facebook hizo la compra porque sabía que era una base de datos enorme y que se iba a extender. Por eso desde 2016 WhatsApp comienza a pasar información sobre sus usuarios. Esos datos, por decirlo de alguna forma, alimentan el plan de negocios de Facebook, sugieren los expertos.
Facebook realizó dos inversiones más en 2020 para consolidar WhatsApp como su gran caja registradora.
- Gastó US$5.700 millones en la compra de la compañía india de soluciones digitales Jio Plattforms
- Otros US$1.000 millones en Kustomer, una empresa especializada en comercio electrónico.
El objetivo, según los expertos, es contar con todo el entorno tecnológico necesario para que WhatsApp pase a funcionar como centro de transacciones y, claro, generar más ganancias.
